El proyecto tiene por objeto implementar en la currícula educativa de la Educación Provincial, las prácticas correspondientes a la Educación Emocional. La educación ha priorizado el desarrollo cognitivo, dejando de lado las habilidades emocionales. Sin embargo, con la implementación de esta ley se pretende que todos los educandos tengan derecho a recibir la Educación Emocional, y su práctica transversal en todos los niveles y modalidades de los establecimientos públicos y privados de nuestra provincia, con el fin de desarrollar y fortalecer habilidades socioemocionales en alumnos, docentes y familias.
Educar no es tarea fácil. La adversidad económica, la potencial pérdida de trabajo o bien la preocupación por una enfermedad son problemas que acarrean los adultos. Los niños y adolescentes absorben los problemas de los adultos muchas veces de forma automática, generando una potente fuente de estrés y vulnerabilidad psicológica a desarrollar trastornos de ansiedad y depresión. En etapa escolar se ven enfrentados a diversas presiones académicas y sociales; dificultades para sociabilizar, llevarse bien con los compañeros, tristeza, depresión, bullying, violencia entre pares, acoso escolar, conductas negativas, desafiantes o antisociales. Cuando un niño o adolescente no regula o no sabe regular sus emociones, no tolera la frustración, presenta síntomas nerviosos, tristezas.