Entendiendo a “personas con impedimento para interactuar de manera convencional” a todas aquellas personas privadas del sentido de la vista, del oído, personas hipoacúsicas y aquellas que padecen autismo o alguna afección lecto-comprensiva.
Es de público conocimiento que, en su mayoría, los comercios gastronómicos no cuentan con este tipo de cartas-menú, lo que provoca dificultad para aquellas personas que no pueden realizar su pedido de manera convencional, por lo que no se les puede proporcionar el mismo trato digno que al resto de las personas que asisten a dichos establecimientos, generando de esta forma un sentimiento de exclusión, tanto para ellas como para el entorno que los acompaña. Esto obliga a que los consumidores que se encuentren en esta desventaja, dependan de otra persona para poder realizar algo tan básico y simple como elegir su propia comida.