Las instituciones sin fines de lucro desempeñan un rol fundamental en la sociedad al brindar servicios y programas que cubren necesidades sociales, educativas, culturales, ambientales y de asistencia a grupos vulnerables.
Se entiende que estas entidades suelen enfrentar dificultades económicas para mantenerse y operar, siendo los costos energéticos uno de los gastos más significativos que impactan en su presupuesto y limitan su capacidad de acción.