El proyecto de Ley propone prohibir el uso y distribución de artificios pirotécnicos cuyos efectos audibles o sonoros sean superiores a 84 decibeles, cualquiera fuera su naturaleza y característica. La prohibición alcanzará tanto a personas físicas y jurídicas, públicas y privadas, tanto en eventos o espectáculos públicos o privados.
El uso de fuegos artificiales ha generado múltiples debates, pues son varios los sectores sociales que se encuentran afectados por sus efectos nocivos. Frente a un sector que considera al fuego artificial como sinónimo de festejo y celebración.
Profundizando la idea de que el conjunto social está conformado por una pluralidad cuyas diversidades merecen separadamente el respeto de sus derechos. Es que se considera necesario indagar sobre las consecuencias negativas que acarrea estos actos en otros sectores.