En septiembre de 2015, los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas, emprendieron un proceso de negociación abierto, democrático y participativo. Este proceso culminó en la proclamación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que establece 17 Objetivos y 169 metas. Poniendo un fuerte énfasis en la igualdad y dignidad de todas las personas. Estos objetivos nos instan a transformar nuestra estrategia de desarrollo, siempre con un cuidado constante del medio ambiente.
A pesar de que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su conjunto representan una agenda que requiere una atención urgente, existen objetivos que son de vital importancia para nuestra provincia. Uno de ellos es el 13, que nos exhorta a tomar acciones urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Si bien las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por las actividades humanas en nuestra provincia no son comparables con las de otras zonas industriales del país y del mundo, el cambio climático es un desafío global que no respeta las fronteras nacionales ni provinciales. Las emisiones en un punto del planeta afectan a lugares muy distantes. En este sentido, el documento “La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe” de la CEPAL sostiene que “es común que aquellos que contribuyen en menor medida al calentamiento global sufran los mayores impactos negativos”.
Esta realidad nos obliga a tomar medidas para controlar el impacto de este problema en nuestro territorio. Para lograrlo, se requiere un esfuerzo conjunto tanto en la formulación de normas que regule el impacto de las actividades humanas como en aquellas que protejan a nuestras poblaciones y mitiguen el impacto del cambio climático en ellas.