Según los especialistas en Ceremonial, una pregunta recurrente que reciben, es si se debe aplaudir o no cuando se retira la Bandera de un acto, como también son consultados en muchas oportunidades sobre cuáles son los honores, que en establecimientos educacionales, se le deben rendir a la bandera de ceremonia cuando hace su ingreso o salida del lugar del acto. La Bandera Oficial de la Nación cuenta con la mayor precedencia en el Estado Argentino y por ello se le rinden los honores más altos, incluso está por encima de la investidura presidencial.
En el caso particular de los actos en establecimientos educacionales la situación pareciera ser más confusa, ya sea por falta de conocimiento del ceremonial a aplicar o por la carencia de normas que lo rijan.
No pocos docentes han expresado que tenían entendido que cuando el abanderado con sus escoltas se hacía presente en el acto portando la enseña patria, todos los asistentes debían ponerse de pie y recibirla con aplausos, pero no así cuando se retiraba del lugar una vez finalizado el acto. El aplauso, en el civil, simboliza el saludo y los honores que se rinden a la enseña nacional, por ende, se le deben rendir honores a la bandera, sea porque la misma ingresa al lugar de la ceremonia o se retira de ella. Es un error pensar que la bandera no debe ser despedida con aplausos sino en silencio. Cada vez que la bandera pasa frente a nosotros debemos, por respeto a ella, ponernos de pie si estamos sentados, adoptar una postura erguida, y dándole frente francamente aplaudirla a su paso. Esto se aplica tanto en desfiles como en ceremonias o actos militares, cívico militares o escolares.